domingo, 27 de enero de 2013

Salmo 1




INTRODUCCIÓN:

El libro de los Salmos contiene 150 salmos que el pueblo de Israel utilizaba para adorar a Dios. El rey David es el autor de la mitad de ellos y el otro tanto fueron escritos por siervos de Dios (Asaf, Coré, Moisés, Salomón, Etán, Hemán, y otros salmos se presentan anónimos). Aunque se presenten varios escritores de los salmos entendemos que todos provienen de una misma inspiración y esta es la del Espíritu Santo.
El libro de los Salmos se encuentra dividido en 5 secciones, estas se distribuyen; el primer bloque del salmo 1 al 41, el segundo del 42 al 72, el tercero del 73 al 89, el cuarto del 90 al 106, los salmos restantes hacen parte del bloque quinto.
Por su parte muchos de los salmos presentados dentro de la biblia se exhiben como salmos Mesiánicos (Lucas 24:44), esto quiere decir que su escrito es una anticipación a la venida del mesías al mundo, conteniendo su sufrimiento y posterior gloria. Los salmos mesiánicos son (2,8,16,22,23,24,40,41,45,68,69,91,97,102,110,118).
Muchos salmos demuestran la fe de su escritor otros demuestran el estado de sufrimiento en que su autor se encontraba al momento de escribirlo. En algunos salmos encontramos la voz del señor y en otros la del pueblo elegido por él.
Por tanto para iniciar con el estudio de los salmos le recomiendo al lector que cada día lea el capitulo estudiado tres veces, luego analícelo por medio del libro que tiene en sus manos, esto con el fin de que aprenda que este escrito, solo es un tratado de apoyo y toda la verdad se encuentra en la biblia (solo la biblia)




Bienvenidos.


SALMO 1
“Los Dos caminos”

“El deseo del Salmista es enseñarnos el camino a la bienaventuranza y advertirnos de la destrucción segura de los pecadores. Éste es, pues, el asunto del primer Salmo, que puede ser considerado, en ciertos aspectos, como el texto sobre el cual el conjunto de los Salmos forma un sermón divino.” C.H.S

El primer Salmo enseña de forma clara la diferencia del hombre justo y el hombre malo. Este hombre que se presenta Justo no es otro que el señor Jesus, y el hombre malo somos todos, especialmente los  que no hacen la voluntad de Dios.

El versículo 1. Este primer versículo inicia con una bienaventuaza. Las cuales son otorgadas de forma clara por Dios en el desarrllo de la Biblia (Mateo 5.3-11, Apocalisis 1:3; 14:13, 16:15; 19:9, 20:6, 22:7 y 14). La bendición en este versículo es para todo aquel que se aparta del mal. Haciendo referencia al hombre malo como el hombre que:

a) Sigue el concejo de los malvados: el hombre malvado busca por todos los medios estar con malvados, no se deleita en las leyes de Dios, por el contrario estas le son  por locura; busca seguir los mandatos de hombres y sabidurías de hombres. Es claro que su vida gira en relación al pecado, el cual ha construido en él un velo que lo llena de orgullo de su sabiduría humana, la cual reposa en lo finito del hombre, en un conocimiento velado y apoyado en los simples sentidos, los cuales siempre suelen engañar. Con relación a la sabiduría humana el profeta Isaías (29:14, 44:25; 47:10) bien aseguraba que esta es engañosa y la cual por nacer del mismo hombre tiene fin, nace y muere con el hombre. Es maldito el hombre que confía en el hombre, más el que se deleita en las leyes de Dios, rectas serán sus sendas y de seguro bendito será su concejo.
b) Se deleita en el camino de los pecadores: el camino del pecado solo lleva a un fin y es el de muerte. Todos los seres humanos tenemos que morir, pero la senda del pecado lleva una condenación eterna, mas el que hace la voluntad de Dios vive para siempre. Actualmente muchas personas han construido un proyecto de vida desde la maldad, anhelan conseguir riqueza de una forma rápida, sin esfuerzo alguno, sin importar por encima de quien deban pasar. Otros sustentan su vida en el éxito que han tenido, asegurando que no hay tiempo para Dios, lastimosamente construyéndose en su propio dios. el camino del pecado es una ruta que solo trae consigo desgracia. Puede ser que muchos consideren que no hacen ningún daño y que por eso son salvos, pero lastimosamente no es así, todo lo que se encuentre alejado de Jesús es pecado, por esa razón el hombre justo solo buscara seguir a Cristo, reconociendo que él es el camino la verdad y la vida. un camino que no es en nuestras fuerzas, un camino que conduce a la salvación y a la reconciliación con el Padre. El hombre justo sigue el siguiente concejo “No tenga tu corazón envidia de los pecadores. Más bien, en todo tiempo permanece tú en el temor del SEÑOR” Proverbios 23:17. El deleite es en Dios, no importa cuanto puedan progresar los pecadores, el final para ellos es el mismo, dolor y amargura. Nuestra meta es más elevada y no se complace en lo superfluo del mundo, antes bien sigue el camino del contentamiento, permitiéndose vivir como Dios desea que lo hagamos.
c) Se sienta en la silla de los burladores: El hombre que por el pecado pierde su rumbo, se complace en desmentir la grandeza de Dios, a pesar de que se tiene un conocimiento general de la revelación de Dios, a pesar de conocer lo que el mismo Dios le muestra de sí, el burlador cree que de él puede escapar, “tuve vergüenza y me escondí”, ¿pero adonde puede el hombre escapar de la presencia de Dios que llena todo?, por otro lado la blasfemia se convierte en un pecado imperdonable expresado por el mismo Jesús en Mateo 12:31-32, esto debido a que el hombre malvado es capaz de atribuirle a Satanás la gloria que depende de Dios, el hombre malvado no refrena su lengua ni aun en relación a su creador.

Pero por el contrario el hombre justo se complace en el señor, y busca complacerlo por medio de la ejecución efectiva de su ley, dicho hombre se deleita en los mandamientos de Dios, esto quiere decir que son de su gusto, los realiza no porque se sienta obligado o por un gran temor, al contrario lo hace sintiendo un gran amor; con la frente en alto caminando por el camino recto trazado por Dios (Oseas 14.9) sin miedo a tropezar, amando la vida que el mismo Dios la ha entregado en Cristo Jesús, puesto que el que haya a Dios haya la vida (proverbios 8:34-36), el justo experimenta en su vida un gran gozo, convirtiendo dicho gozo en bendición para otros (Salmo 1:3) eso es complacerse, deleitarse es tener gusto por lo que se está haciendo, convirtiéndose en un gran árbol que se encuentra plantado en un rio que se encarga de brindarle los nutrientes necesarios para su crecimiento, para el desarrollo de los frutos que hacen que se reconozca de donde se está alimentando , puesto que por sus frutos los reconocerán, sus hojas serán un refugio para diversas espacies que acuden a él, para que este le brinde protección, el rio es el justo Jesús del cual todo el que bebe, en su interior correrán ríos de agua viva, posteriormente el espíritu santo permitirá que en nosotros el fruto sea agradable a Dios y que por medio de nuestro follaje cubramos a otros que también están llamados a beber del mismo caudal. Y al final el justo prosperará por su fe lo cual se puede ver en la vida de Abraham génesis 13:2 y Job , Job 1:1-3, en la vida de ellos se presento de forma material, de seguro en la vida del Cristiano se presenta de forma espiritual, enseñando  el camino del contentamiento, el cual nos permite tener paz en el lugar y las condiciones en  que nos encontramos, esa paz que sobre pasa todo entendimiento y que se recibe cuando nuestras raíces se alimentan de aguas eternas.

Al final los malvados serán como la paja que es arrastrado por todo viento de doctrina (v.4), sin saber que llegara un tiempo en que la paja será hecha al fuego por el mismo recolector que es Jesús (Mateo 3:12). ¿O será acaso que el malvado será aceptado en el tiempo de juicio?, no, todo pecador o culpable así se levante ante el justo Juez tendrá que pagar por sus deudas, Jesús conoce el camino de los justos y todos los malvados pasaran por ante el gran trono blanco (Apocalipsis 20:11-15) donde se les dará su juicio condenatorio, ya que el camino de los malvados siempre conducirá a la muerte Juan 3:36 (v.6), ante esto la biblia nos enseña que todos estábamos destinados a este fin, fin de muerte porque todos somos malvados y nuestras obras por mas buenas que parezcan, no son más que trapos de inmundicia; pero por misericordia, el hombre Justo dio su vida por sus elegidos, injustos con el fin de llevarlos a Dios (1 Pedro 3:18), nadie, en sus propias fuerzas hubiera podido ser salvo, esto solo se da por la mediación de Jesús en esa cruz.


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